Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca

- “Los motivos políticos son evidentes”

- Se usa la justicia para perseguir y amedrentar a los opositores y a ciudadanos críticos

- De nueva cuenta, falsas imputaciones

- La Ley ha quedado sepultada por el capricho

- Este país no es la Nación de un solo hombre

El gobernador Francisco García Cabeza de Vaca fijó ayer postura respecto a la orden de aprehensión girada en su contra a pesar de que el Congreso de Tamaulipas y la Suprema Corte de Justicia de la Nación han determinado que se mantiene vigente e intocable la protección que otorga la Constitución General de la República a un gobernador de un Estado Libre y Soberano.

“El pueblo Libre y Sobereno de Tamaulipas me trajo hasta aquí. Defenderé hasta el límite de mis fuerzas su veredicto. Este país no es la Nación de un solo hombre, México nos pertenece a todos”, escribió el mandatario tamaulipeco.

García Cabeza de Vaca recordó que como lo ha hecho desde que la andanada política y mediática inició, seguirá defendiéndose frente a falsas imputaciones.

“Estoy conciente de que el piso no es parejo y que la Ley ha quedado sepultada por un capricho”.

Indicó que en reiteradas ocasiones, inclusive a través de judicios de amparos, solicitó conocer y comparecer a la carpeta de investigación, “tal y como lo hice durante el procedimiento de Declaración de Procedencia que la mayoría en el Gobierno enderezó perversamente en mi contra”.

No me han dejado defenderme, agregó.

El gobernante tamaulipeco dijo que los motivos políticos son más que evidentes.

“Se usa la justicia para perseguir y amedrentar a los opositores y a los ciudadanos críticos a la gestión del Gobierno y de su partido, sobre todo cuando la preferencia electoral de los ciudadanos va en franco declive”.

No es causalidad -destacó- que la existencia de una orden de aprehensión se hubiese difundido en primer instancia por militantes del partido en el Gobierno.

Esto solo significa que la decisión de proceder en mi contra se tomó en Palacio Nacional.

“La Constitución no protege a la persona, sino a la función que un servidor democráticamente electo desempeña. Nuestra Ley fundamental garantiza que la responsabilidad que otorgan los ciudadanos a través de las urnas, no sea revertida arbitraria y discrecionalmente para mandar mensajes de miedo o de intimidación”.