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Más que marcas en la piel

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Más allá de las molestas lesiones en la piel de codos, rodillas o cuero cabelludo, la psoriasis puede causar daños y complicaciones de índole múltiple.
lunes, 15 de agosto de 2022
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Agencia/Reforma

Más allá de las evidentes y molestas lesiones en la piel de codos, rodillas o cuero cabelludo, la psoriasis puede causar daños y complicaciones de índole múltiple en el organismo de quienes la padecen.

Es decir, si bien es cierto que esta enfermedad de tipo autoinmune, crónica e inflamatoria se caracteriza por la aparición de diferentes formas de sarpullido y erupciones escamosas -como las placas eritematosas- que causan escozor, las afectaciones no se limitan a ello únicamente.

"Sabemos que la psoriasis, al ser una enfermedad autoinflamatoria, puede tener también efecto en otros tejidos, como por ejemplo las articulaciones.

De ahí que dentro de las comorbilidades identificadas en la psoriasis está la artritis psoriática", expone en entrevista telefónica la dermatóloga Columba Navarro.

"Pero también de gran relevancia es la enfermedad metabólica; con esto queremos decir obesidad, diabetes, hipertensión o niveles anormales de colesterol y triglicéridos, lo cual todo en conjunto conlleva un mayor riesgo de eventos cardiovasculares".

Al ser posible que las lesiones cutáneas aparezcan prácticamente en cualquier parte del cuerpo en diferentes formas y grados de gravedad, las personas con este padecimiento -un problema del sistema inmune que hace que las células de la piel crezcan a un ritmo más rápido de lo normal- también suelen lidiar con un impacto psicológico fuerte.

"Sabemos que justamente por esta carga misma de la enfermedad y también por el estado inflamatorio, los pacientes con psoriasis tienen una mayor prevalencia de depresión y ansiedad; y también sabemos que el abuso de sustancias es mayor en personas con psoriasis", señala Navarro.

"De tal forma que la psoriasis es una enfermedad sistémica que debemos abordar multidisciplinariamente y tratarla para, por supuesto, tener un mejor control, disminuir la morbilidad y el estado inflamatorio, y que las personas puedan tener una mejor calidad de vida", remarca la especialista.

Hasta el momento, no existe aún una cura para esta enfermedad que tan sólo en México padecen alrededor de 2.5 millones de personas; sin embargo, a lo largo de los años se han desarrollado diferentes alternativas de tratamiento.

Ya sean las opciones tópicas, con emolientes, queratolíticos y corticoides, por mencionar algo; el tratamiento sistémico con inmunosupresores, o hasta terapia biológica, que se vale de fármacos innovadores -como efalizumab, etanercept e infliximab- cuyo objetivo es evitar los fenómenos inflamatorios mediados por los linfocitos T.

"Actualmente, en México tenemos un abanico de posibilidades amplio, desde tratamientos tópicos hasta diferentes clases de moléculas con un efecto antiinflamatorio.

En cuanto a las terapias sistémicas, tenemos desde los antiinflamatorios modificadores de la enfermedad y las modalidades biológicas.

"Tenemos en el mercado ya terapias novedosas, pero también tenemos en el servicio público acceso a moléculas biológicas", destaca Navarro.

"Esto tiene que ser individualizado, no todos los pacientes son candidatos para todo; dependiendo de la severidad, de la comorbilidad de los pacientes y de las características clínicas, es que el médico decide cuál es la mejor opción".

Gracias al avance en el desarrollo de estas alternativas se ha logrado que la piel de hasta el 88 por ciento de los pacientes quede libre de lesiones de forma completa o casi completa; "pero a pesar de que el paciente no tenga lesiones, no significa que esté curado; quiere decir que está controlado", acota la especialista en dermatología.

De ahí que, pese a la clara mejoría, sea necesario continuar no sólo con el tratamiento sino con las revisiones con el médico para evitar cualquier complicación, subraya Navarro, quien sugiere a las personas diagnosticadas con psoriasis mantener un estilo de vida saludable, con una dieta balanceada y actividad física recurrente.

Si bien al día de hoy se desconoce todavía la causa de esta enfermedad, es claro a ojos de los especialistas la predisposición genética, así como los múltiples factores que la pueden detonar: desde el tabaquismo y consumo de alcohol hasta lesiones en la piel, uso de ciertos medicamentos y cursar algunos procesos infecciosos.

"Y, por supuesto, el estrés es uno de los factores que también se ha visto asociado a la exacerbación de los cuadros de psoriasis", añade Navarro.

"No quisiera decir que el estrés es la causa, por supuesto que no, pero ciertos estados emocionales disruptivos podrían empeorar o exacerbar la enfermedad".

Finalmente, la dermatóloga aconseja acudir con el médico en caso de identificar en cualquier parte del cuerpo placas rojas y gruesas con escama, acompañadas de sensación de ardor y comezón, sobre todo si no mejoran y prevalecen por largo tiempo.

Con el Covid-19, ¿combinación letal?

Tratándose ambas de enfermedades sistémicas con procesos inflamatorios, uno podría pensar que la combinación de psoriasis y Covid-19 resultó un crudo y letal pasaje para quienes lo vivieron.

No obstante, la doctora Columba Navarro, especialista en dermatología, aclara:

"Hasta el momento, no tenemos evidencia de que un paciente con psoriasis tenga mayor riesgo de gravedad de la enfermedad, si es un paciente con psoriasis controlada", enuncia la especialista, resaltando también que la psoriasis no causa una mayor predisposición a contraer la infección por coronavirus.

Por otra parte, respecto a cómo la conversión hospitalaria y la atención enfocada principalmente a controlar la pandemia dejó varados a distintos grupos de pacientes con enfermedades varias, Navarro apunta que "se está haciendo el mejor esfuerzo para que todos los servicios se reestablezcan, para que todos los pacientes sigan teniendo su tratamiento".

"También entiendo que para los pacientes ha habido algunas otras prioridades; algunos han continuado -creo que la mayoría, en mi experiencia- con sus tratamientos", celebra, y no pierde la oportunidad de hacer un exhorto: "No dejen de acercarse a sus médicos de primer contacto o bien a su dermatólogo, ya sea para abordarlos por primera vez, o bien para continuar sus tratamientos".

En abril pasado, la organización Central Ciudadano y Consumidor alertó por el rezago de atención médica para pacientes con artrosis y psoriasis, con las consultas reducidas hasta cero en nueve de los 19 hospitales que atendían dichas enfermedades en la Capital.

Riesgo expandido

Los pacientes con psoriasis corren más riesgo de desarrollar otras afecciones, incluidas:

- Artritis psoriásica, que causa dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones y a su alrededor.

- Cambios temporales en el color de la piel (hiperpigmentación o hipopigmentación) en los sitios donde las placas se habían curado.

- Afecciones oculares, como conjuntivitis, blefaritis y uveítis.

- Obesidad.

- Diabetes tipo 2.

- Hipertensión arterial.

- Enfermedad cardiovascular.

- Otras enfermedades autoinmunes, como esclerosis y enfermedad de Crohn.

- Problemas de salud mental, como baja autoestima y depresión.

Fuente: Clínica Mayo

 

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