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Es uno de los estados más polifacéticos del País. Hasta ahí llegan viajeros, de México y del mundo, que desean practicar turismo de aventura -tanto en tierra como en mar-, relajarse en sus resorts, gozar del catálogo cultural y gastronómico en alguno de sus poblados y unirse al ambiente relajado de las playas de su Riviera.

Además de hospitalario, Nayarit es un destino que ofrece alternativas para todos los gustos, edades y presupuestos. Tan sólo en cuestión de alojamiento hay desde sitios para acampar hasta hoteles de extremo lujo.

Los amantes de la naturaleza llegan hasta ahí con el fin de observar uno de los espectáculos más bellos: el avistamiento de la ballena joroba en la Bahía de Banderas, cuya temporada va de diciembre a marzo.

Otra opción para seguir admirando la vida marina es descubriendo las maravillas que resguardan las Islas Marietas, a través de la práctica del esnórquel.

Nada como ver a los peces multicolores y a las imponentes tortugas. Muy fotografiada en esa zona es la Playa del Amor, también conocida como Playa Escondida, y famosa por su forma similar a la de un cráter.

Para arribar, los visitantes pueden salir desde embarcaderos en Nuevo Vallarta, Punta de Mita o Sayulita, pero el acceso puede estar limitado, por lo que conviene planear con anticipación y consultar las regulaciones del momento.

Quienes gusten de vacacionar en encantadores poblados bañados por el Océano Pacífico hallarán en Nayarit un auténtico tesoro.

Y es que cual perlas de un collar, varios microdestinos se extienden por poco más de 300 kilómetros de costa.

Bucerías, por ejemplo, con su ambiente de pueblito junto al mar, ofrece la alternativa de un paseo en bicicleta que marida el ciclismo con el gastroturismo.

No obstante, también está la opción de alejarse del mar e internarse en la selva para conocer la inconmensurable belleza de la zona a bordo de una moto todoterreno.

Si lo que se busca es apapachar al cuerpo y al espíritu con tratamientos de spa, exquisita gastronomía y servicios de lujo, hay que decantarse por alguno de los reconocidos resorts de Punta Mita.

Pero si lo que se desea es un ambiente más relajado que permita conectar con la naturaleza y al mismo tiempo ejercitarse, el visitante tal vez opte por surfear o andar por alguno de los caminos para hacer senderismo que ofrecen tanto Sayulita como San Pancho, respectivamente.

Imposible mencionar en tan poco espacio a todas las joyas que resguarda la Riviera Nayarit. Baste mencionar que San Blas, hoy en día, es uno de los puntos preferidos para avistar cientos de aves migratorias.

Estas últimas quizá inspiren a los más aventureros a contratar los servicios de agencias especializadas para realizar un vuelo en parapente, y así ver la belleza de alguna parte del estado desde las alturas.

De igual forma vale la pena viajar a ritmo lento por sus Pueblos Mágicos.

Entre los más famosos están los ya mencionados Sayulita o San Blas, pero también brillan en el listado de la Sectur: Ahuacatlán, Amatlán de Cañas, Compostela, Ixtlán del Río, Jala, Mexcaltitán y Puerto Balleto.

Es así como delicias culinarias, tratamientos de bienestar, campos de golf, bungalows, hoteles todo incluido, actividades acuáticas y de eco-aventura satisfacen a los distintos tipos de viajeros que llegan ávidos de deambular por este destino.

Otros imperdibles

Cuando vayas a este destino no dejes de:

- Ir a la Isla de Mexcaltitán. Se dice que es la cuna de la mexicanidad por su relación con la mítica Aztlán que, cuenta la leyenda, fue de donde partieron los aztecas en su viaje para hallar y fundar Tenochtitlán.

Hoy es conocida como "La Venecia mexicana", en época de lluvias es posible recorrer sus calles en lanchas.

- Visitar el Parque Nacional La Tovara. Además de navegar por sus manglares y avistar cocodrilos, garzas y otras especies, hay que saber que forma parte de los "Humedales de suma importancia a nivel mundial", declarados en el Convenio RAMSAR desde el año 2008, con el que se trabaja para su conservación.

- Conocer la Zona Arqueológica Los Toriles, considerada como una de las más importantes del Occidente de México. Ubicada a unos nueve kilómetros de Ixtlán del Río, se trata de un centro ceremonial con una acústica perfecta donde los antiguos pobladores realizaban rituales cósmicos.

- Para más información e inspiración no olvides consultar las siguientes páginas (www.rivieranayarit.com/)y (https://visitnayarit.travel/).